Cuando una familia tiene la suerte de contar en su hogar un jardín exterior, las posibilidades de hacer vida sin salir de casa se multiplican. No se entienda erróneamente, no tener jardín, terraza o balcón no quiere decir que no se puedan hacer numerosas actividades en casa, pero si que es cierto que al haber menos espacios disponibles, las posibilidades se reducen. Como íbamos comentando, tener un jardín es un lujo y privilegio del que no todas las personas no pueden disfrutar, y a algo así hay que sacarle partido de todas las formas posibles.
Es posible que relacionemos el uso y disfrute del jardín en los meses más calurosos del año, sobre todo si se cuenta con una piscina, pero lo cierto es que se le puede sacar partido durante todo el año. Vale, reconocemos que el verano se le puede sacar más jugo, pero no se puede negar que durante todo el año, por unas cosas u otras, se puede disfrutar de la parte exterior de la casa. Para esta lista de recopilación de actividades para realizar en el jardín de casa con niños no hemos limitado la estacionalidad para practicarlas. Así que, da igual en que momento estés leyendo esto, puede que encuentres ideas que te pueden servir.
El pilla-pilla
Para este divertido juego no hace falta nada, solo ganas de pasarlo bien. El pilla-pilla es un clásico juego en el que no es necesario ningún tipo de material para practicarlo, de ahí que sea uno de los juegos más practicados. Las reglas son bastante sencillas y siempre se puede acordar acotar más normas o menos, según lo que decidan los jugadores. Aunque la premisa es bastante simple: una persona es la que pilla y el resto deben intentar escapar. El que pilla gana cuando haya conseguido captar a todos los jugadores.
El escondite
Otro de esos juegos que no requieren absolutamente ningún material para poder jugarse es el escondite. Aunque es muy fácil de jugar, es cierto que no todos los espacios son aptos para practicarlo, ya que es necesario que haya “cosas” tras las que poder esconderse. En otras palabras, en un jardín abierto sin nada será muy difícil poder jugar al escondite. Pero hay viviendas con jardín que gozan de muchos elementos en los que poder ocultarse: un baño exterior, árboles, setos, mobiliario exterior, etc. Las reglas se asemejan a las del pilla-pilla, ya que una persona es la que paga y se encarga de buscar a los demás.
Se suele contar hasta un número determinado contra una pared para que al resto de jugadores les de tiempo a escabullirse. El sitio donde se cuenta es la casa, y es allí donde los jugadores, con suerte, pueden librarse de la vista del que paga y poder salvarse llegando allí y declarando en voz alta “por mi”. El que paga, si ve a alguien, debe ir corriendo hasta la casa para decir el nombre de esa persona, que no quedará salvada y es una candidata a ser la que paga en la siguiente ronda. Sin duda, uno de los juegos más divertidos.
Pic-nic nocturno
Las actividades anteriores son aptas para practicarlas durante todo el día, aunque siendo sinceros, lo más probable es que se hagan de día. ¿De qué forma podemos explorar la noche? Pues haciendo un pic-nic bajo las estrellas. Por si sola, la actividad de ver estrellas es posible que no cause demasiado interés, o al menos no por mucho tiempo, pero si lo acompañamos de una cena al aire libre, la cosa cambiará. Lo mejor es preparar una cena que les apetezca a los niños y hacerte con un telescopio para niños para que puedan observar las estrellas con total claridad. Acierto asegurado.
El juego del pañuelo
El siguiente juego requiere de algo de material, pero es mínimo. En este juego se forman dos equipos, puestos en fila uno frente a otro. Se asigna un número a cada jugador por cada equipo. Una persona se pone en el medio de ambas filas con un pañuelo en alto y dice un número. Las dos personas de los equipos deben ir a por el pañuelo y regresar con él hasta su fila, siempre antes de que su contrincante no lo alcance.
La rayuela
Un clásico que nunca pasa de moda es la rayuela. Para poder jugar a la rayuela se presentan numerosas posibilidades, ya que se puede contar con una alfombra de rayuela, o con una pintada permanente en el suelo con este juego. Aunque la forma más sencilla de jugar sin complicarte demasiado es la de pintar en el suelo con tiza la rayuela y jugar. Para poder empezar solo necesitas unas piedras, puntería y ganas de mantener el equilibrio.