Tanto si te encanta ducharte al aire libre como si estás buscando una ducha para la piscina o para poder enjuagarte en el exterior antes de entrar en casa después de salir a pasear por la montaña existen algunos puntos a tener en cuenta para instalar una ducha en el jardín. A continuación te presentamos los diferentes puntos a valorar si quieres instalar una ducha en el jardín.
Valora dónde ubicarla
En primer lugar, a la hora de instalar una ducha en el jardín debes tener claro dónde vas a querer ubicarla. Para ello es importante valorar que vas a necesitar una toma de agua, también una buena base y un espacio para su drenaje. Si tienes una piscina en tu jardín sin duda la mejor alternativa será ubicar la ducha al lado de la piscina.
Además es recomendable colocar siempre un camino que vaya a ir desde la ducha hasta la piscina si piensas usarla para ducharte al entrar y al salir de ella. Si tienes una zona con sombra como por ejemplo un porche ubicar la ducha de jardín en esta zona sería una buena alternativa. En general es importante buscar espacios que se encuentren protegidos del viento y colocar siempre la ducha cerca de la pared para poder ubicar también algunas perchas y algunos estantes para las toallas y para otros elementos de limpieza.
Plato de ducha o de obra
Otro de los puntos a tener en cuenta al instalar una ducha en tu jardín es si te interesa más ubicar un plato de ducha o un plato de obra. Los platos de ducha prefabricados tienen costes menores y podrás instalarlos más rápidamente pero como podemos ver en este artículo de https://asealia.com/blog/que-es-mejor-un-plato-de-ducha-o-un-plato-de-obra/ los platos de obra están hechos a medida y te permitirán ubicarlos de forma más cómoda y segura en cualquier espacio de tu jardín así que es importante que valores con cuidado cuál de las dos alternativas te interesa más para ubicar una bonita ducha resistente y de calidad en tu jardín.
De esta forma, si lo que quieres es tener una ducha en tu jardín cuanto antes los platos de ducha clásicos serán una alternativa que podrás colocar rápidamente pero si estás diseñando el jardín con cuidado y de manera personalizada sin duda un plato de obra será la mejor alternativa.
Elegir el tipo de ducha
Al mismo tiempo también deberías tener en cuenta el tipo de ducha que más te interesa para ubicar en el jardín. Por ejemplo, las duchas fijas son las que se instalan de forma directa en las terrazas, los patios o los jardines y que requieren de algún tipo de obra para su instalación. Son la mejor alternativa si buscas una ducha estable y resistente que vaya a aguantar bien en el exterior ante cualquier tipo de inclemencia del tiempo. Por su parte las duchas portátiles son las que podrán desmontarse de forma sencilla y que se usan sobre todo para momentos ocasionales, sin requerimientos extraños ni con necesidades de demasiado trabajo para instalarlas. Entre las duchas portátiles podemos diferenciar las duchas con pincho y las duchas con trípode. Las duchas con trípode son las que tienen bases de tres patos que no tienen por qué ser clavadas en el suelo mientras que las duchas con pincho sí que se clavan en los suelos más blandos como por ejemplo el césped, la tierra o la arena.
Escoger su funcionamiento
Por otro lado también es fundamental tener en cuenta el tipo de funcionamiento que vas a escoger a la hora de instalar una ducha en el jardín. Podemos diferenciar entre las duchas que funcionan conectadas a una manguera, las que funcionan conectadas a un grifo y las duchas solares.
Las solares aprovechan directamente la luz del sol para calentar el agua e incluyen un depósito de agua que se irá calentando debido a la energía del sol. Este tipo de duchas incorporan reguladores para poder escoger el tipo de agua, y si la queremos fría o caliente. Por otro lado tenemos las duchas conectadas a una manguera. Estas duchas únicamente tienen que estar ubicadas cerca de una manguera para poder funcionar y es fundamental por tanto que calcules muy bien la distancia con la toma de agua para que la ducha funcione.
Por otro lado tenemos las duchas conectadas a grifos. Estas duchas se fijan normalmente a la pared y se conectan al grifo. De esta forma, funcionan con soportes de calidad que garantizan su estabilidad.
Escoger el material perfecto
Por último también es muy importante que si quieres instalar una ducha en el jardín escojas materiales de calidad y que se adapten a la perfección al resto de la estética de este espacio de tu casa. La madera es un material especialmente resistente y cálido que soportará muy bien las inclemencias del tiempo, por ejemplo, con lo que se trata de una buena alternativa si estás buscando una ducha con unos acabados originales y que quede genial en el jardín. Las duchas de madera bien tratadas se conservan en un óptimo estado durante mucho tiempo y suelen crear ambientes confortables y bohemios.
Por otro lado, las duchas de piedra son también una muy buena alternativa ya que este material siempre ha quedado genial con el agua y por tanto usarlo para una ducha de exterior será siempre un acierto según los expertos. Al mismo tiempo, las duchas de bambú son también una opción genial si estás buscando que tu ducha cuente con un aspecto totalmente natural y con toques tropicales y modernos.